Hermosa aseguró que el Segip fue desmantelado por la anterior autoridad que respondía al gobierno de facto de Jeanine Áñez y que el 23 de julio de este año se compraron 600.000 unidades de estas láminas plásticas a un costo unitario de 1,50 bolivianos, es decir, casi por el mismo precio que las anteriores, que costaban a 1,55 bolivianos, pero con la diferencia que las adquiridas en julio no tienen las mismas y mínimas cualidades.

Esto no solo baja la calidad de la cédula, sino que la hace vulnerable a posibles adulteraciones. Además, causa dificultad a los operadores al momento de emitirla, se pega en las máquinas y les toma más tiempo siendo una de las causas de las filas.

La Directora General Ejecutiva del Segip aseveró que se está haciendo un control de calidad porque es el documento más importante de los bolivianos.

El Segip recientemente amplió los horarios de atención en toda Bolivia de 7:00 a 16:00 de lunes a viernes, y los sábados de 8:00 a 14:00, e implementó las “unidades distritales” en los lugares más conflictivos de las ciudades capitales.