Ministro de Gobierno insta a El Deber a retractarse sobre información falsa

La autoridad instó a que el periódico pueda retractarse con respecto de sus aseveraciones.

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, desmintió – en el programa Fama, poder y ganas – que la aprehensión del ex ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Edwin Characallo, se haya producido a causa de llamadas telefónicas interceptadas tal y como lo aseveró la redacción del periódico El Deber.

La autoridad de Estado aclaró a la opinión pública que la versión manejada por este diario sobre la forma en la que se procedió a aprehender a Characallo resulta falsa. En su portada de hoy (15/04/2021) dicho matutino tituló: “Cae un ministro por sobornos, lo atrapan por escuchas telefónicas”.

Del Castillo aseveró en su intervención que las escuchas telefónicas están autorizadas solo en materia de narcotráfico amparadas en la ley 913, no obstante, “en esta investigación mi persona jamás ha señalado o manifestado que estaríamos realizando escuchas a ciudadanos bolivianos sobre esta temática, es totalmente falso. Un medio de comunicación tergiversó lo que había manifestado”, sentenció.

El ministro dijo que Bolivia no cuenta con la tecnología necesaria para realizar este tipo de acciones. “No contamos con esos equipos actualmente en Bolivia, pese a que existe la autorización de la ley 913 para que podamos realizar escuchas con previa orden judicial”. Con respecto al tratamiento informativo de El Deber afirmó que “ese titular es totalmente falso y lo que ingresa en el desarrollo de la noticia es también totalmente falso referente al tema de las escuchas”.

La autoridad instó a que el periódico pueda retractarse con respecto de sus aseveraciones, “solicitamos el cambio de esta información, esperemos que El Deber en las próximas horas manifieste que mi persona jamás ha dicho que estamos escuchando a un ex ministro o una ex autoridad, es totalmente falso”.

Finalmente, reflexionó sobre la libertad de expresión que no puede convertirse en libertinaje y que la información falsa tiende a generar susceptibilidad en el pueblo boliviano.